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EQUIPO DE PROTECCION INDIVIDUAL CONTRA CAIDAS DE ALTURA

Publicado en02/08/2021
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El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), a través del cartel “Trabajar sin caídas”, sintetiza los aspectos fundamentales de los EPI contra caídas de altura. Al respecto, nos recuerda que “deben utilizarse cuando exista riesgo de que los usuarios sufran una caída desde distinto nivel, cuando dicho riesgo no haya podido evitarse mediante otras medidas preventivas”.

Este sinóptico editado por INSST describe el concepto de “trabajo en alturas”, señalando que “son los que se ejecutan en un lugar por encima del nivel de referencia, entendiendo como tal la superficie sobre la que puede caer un trabajador y ocasionarle daños personales. Los trabajos que supongan un riesgo de caída de altura superior a dos metros requieren el uso de material de protección laboral contra caídas de altura; ello no excluye que, cuando se trabaje en alturas inferiores, deban utilizarse también los medios y equipos adecuados para cada situación”.

Mape, especialista en seguridad industrial, hace hincapié en algunos aspectos del cartel citado que son clave para la prevención de riesgos laborales:

  • La selección de los EPI anticaídas requiere un conocimiento amplio del puesto de trabajo. Por ello debe ser encomendada a personal capacitado y, en todo caso, se contará con la participación y colaboración del trabajador.
  • La eficacia de la protección de los EPIs de trabajo será máxima siempre que el trabajador los utilice conforme a las instrucciones del fabricante, incluyendo las revisiones y mantenimiento periódicos, así como el almacenamiento y la conservación correctos.
  • Debe efectuarse la revisión periódica, por personal competente, al menos, cada 12 meses.

El folleto divulgativo del INSST presenta también los diferentes tipos de sistemas de seguridad para los trabajos en altura, que son: 

  • Sistema anticaídas. Detiene una caída libre y limita la fuerza de impacto.
  • Sistema de retención. Previene la caída libre; no está previsto para detenerla.
  • Sistema de sujeción. Previene la caída libre. Permite el posicionamiento en el lugar de trabajo en tensión o suspensión y tener las manos libres.
  • Sistema de acceso mediante cuerda. Previene o detiene la caída libre. Permite el acceso y/o salida del lugar de trabajo en tensión o suspensión, así como sujeción en la posición de trabajo.

Factor de caída nulo

La mejor caída es la que nunca se produce porque nuestra seguridad laboral es óptima. Dado que la contingencia de incidente-accidente siempre está al acecho, lo ideal es trabajar con un factor de caída (FC) equivalente a cero, condición que se consigue situando el punto de anclaje por encima del trabajador de forma que se minimice el riesgo y el recorrido de la caída, caso de producirse.

Gran parte de los accidentes por caídas ocurren en alturas “pequeñas”, de entre dos y cinco metros. En estas cotas los operarios no tienen la sensación de estar trabajando en “altura”, por lo que suelen prescindir de los dispositivos anticaídas necesarios. Tal conducta es una temeridad evidente si comprendemos el concepto de fuerza de choque (magnitud del impacto resultante o energía potencial gravitatoria de la caída).

El valor de la energía potencial gravitatoria viene determinado por la fórmula masa x altura x gravedad. La masa es el peso del trabajador expresada en kilogramos. La altura es la equivalente a la distancia recorrida por el cuerpo hasta que se produce una retención o finaliza la caída libre.

La gravedad (aceleración, en metros por segundo, debida a la gravedad terrestre) es una constante de 9,8 metros por segundo. Así, un trabajador de 100 kilos, en una caída desde 2 metros (100 x 2 x 9,8), generaría una fuerza de choque de 1.960 daN (19,6 kN), o su equivalente de 1.998,6 kilogramos (19,6 x 101,97).

La normativa específica de EPI establece como fuerza de transmisión máxima recomendada a transmitir al operario la de 6 kN (en torno a los 611 kilos), por lo que conviene tener presente que una simple caída puede generar una fuerza de choque peligrosa.

Mediante este ejemplo podemos concluir que no es suficiente con estar sujeto, sino que se deben estudiar las medidas necesarias para reducir la fuerza de choque: elección de puntos de anclaje, utilización de absorbedores de energía, selección de los EPI adecuados, utilización correcta de los mismos... Y los riesgos no son únicamente para el trabajador. Afectan también a la estructura de soporte. ¿Aguantará una simple barandilla una fuerza de choque de 2.000 kilos? (fuerza que se ve incrementada en función de la masa y la altura de la caída libre).

Diseño de instalaciones anticaídas

Los trabajos en altura pueden llevarse a cabo en muy diversas ubicaciones, sobre soportes de variada naturaleza y en una práctica infinidad de circunstancias.

Cada trabajo requiere, por tanto, de un minucioso estudio que desentrañe los riesgos para la seguridad laboral y sugiera los procedimientos de trabajo idóneos.

Superada la primera fase (evaluación), los ingenieros de la seguridad en altura afrontan el diseño y la instalación, teniendo en cuenta las distintas variables en juego.

La seguridad en altura tiene muchas pautas clave. Recordamos algunas:

  • La utilización de los EPI anticaídas (que son eminentemente técnicos) requiere formación específica por parte del trabajador.
  • No se deben alterar ni modificar los equipos de protección individual.
  • Es preceptivo comprobar los requisitos del dispositivo de anclaje o estructura elegidos como puntos de anclaje, en particular la resistencia mínima, idoneidad y posición.
  • Para evitar el “efecto péndulo”, es importantísimo analizar el punto de amarre, que debe encontrarse sobre la vertical del trabajador, ya que, de no ser así, se produce un desplazamiento pendular en caso de caída, lo que puede provocar que el trabajador suspendido se golpee con objetos que se encuentren en su recorrido.

Como prescriptor de equipos de protección contra caídas de altura, Mape recuerda a las empresas las líneas maestras de su metodología de trabajos verticales, que contempla las fases inexcusables de detección-localización y evaluación del riesgo, diseño de instalaciones, montaje / instalación, certificación, formación, mantenimiento y revisiones periódicas.

La seguridad en altura en trabajos verticales es compleja y no admite segundas oportunidades. Para no caer en el error puedes consultar con Mape.

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