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LA PREVENCION DE RIESGOS A TRAVES DE UNA GUIA DE BUENAS PRACTICAS EN CULTURA PREVENTIVA

Publicado en22/06/2021
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¿Qué es la cultura preventiva? Sin duda, un concepto poliédrico o con muchas caras, y que puede trabajarse desde diferentes perspectivas. Para cambiar la cultura de la empresa es primordial el cambio de conductas de todos sus integrantes, un compromiso transversal que involucre a todos con independencia del cargo.

Fraternidad-Muprespa, mutua colaboradora de la Seguridad Social, incluye en sus actividades la difusión de conceptos clave asociados a la prevención de riesgos laborales (PRL). Cabe destacar al respecto la nueva Guía de buenas prácticas en cultura preventiva, un documento que ofrece respuestas a la pregunta fundamental con que iniciábamos este post.

La guía ahonda en la necesidad de encontrar el componente subjetivo que empuje a todos los integrantes de una empresa a comprometerse con la seguridad laboral y la salud y a comunicar posibles comportamientos inseguros que se detecten, determinando “la manera en que hacemos la seguridad en nuestra empresa”. Esa es una primera aproximación al núcleo de lo que convencionalmente entendemos por cultura preventiva o cultura de seguridad.

La propia mutua ha manifestado esta guía que “creemos que es un material innovador, de fácil lectura, muy visual, para empezar a atajar riesgos en tu empresa”. Consultar con Mape, prescriptor de seguridad industrial con sesenta y cinco años de experiencia, es el camino más corto para atajar ‘in situ’ los riesgos del trabajo y potenciar la cultura de prevención de tu empresa.

Guía de cultura preventiva

De forma concisa y sencilla, la guía de cultura preventiva de Fraternidad-Muprespa describe los cinco niveles de posicionamiento actitudinal de las empresas respecto de su cultura preventiva (patológica, reactiva, calculadora, proactiva y generativa), para establecer el punto a partir del cual es necesario mejorar.

La mentalidad es determinante y, al respecto, la guía señala que “la mentalidad hacia la seguridad (safety mindset) de las personas tiene un papel importantísimo.

Solo es posible alcanzar el máximo nivel de potencialidad en seguridad y salud laboral si:

  •  Investigamos y dedicamos tiempo a entender la cultura de seguridad de la organización.
  • Utilizamos herramientas proactivas en seguridad que nos permitan hacer crecer la mentalidad de seguridad de la compañía con acciones concretas, no solo con palabras”.
  • “Las investigaciones de los acontecimientos más trágicos en industria de múltiples sectores –continúa la mutua- dejaban una clara conclusión: existe la necesidad de superar culturas que confían únicamente en el diseño técnico seguro y en los Sistemas de Gestión en los que reglas estrictas buscaban hacer más fiables la gestión de procesos”.

El factor humano de la prevención de riesgos

“La seguridad laboral –subraya también la guía- no puede ser únicamente la suma de una buena ingeniería, tecnología fiable y unos buenos procedimientos. El componente humano, las personas, son un factor que no se puede obviar. En este nuevo paradigma, las personas no son el problema, sino que en ellas se encuentra la solución.

La innovación en seguridad y salud en el trabajo está hoy más que nunca relacionada con la parte humana de las organizaciones. Tener esta afirmación presente te permitirá elevar la competitividad de tu empresa y también mejorar la calidad de vida de las personas que la forman”.

La Guía de cultura preventiva también describe los diferentes métodos de diagnóstico, como entrevistas, encuestas, visitas de campo o sesiones de grupo, para determinar el punto de inicio de nuevas acciones. Una vez superada la fase de diagnóstico, la dirección de la compañía tendrá que visualizar los elementos de mejora para saber a dónde quiere ir en materia de seguridad laboral y el porqué, ya que decidir y detallar la estrategia en este campo es una de las labores más importantes de una organización.

En todas las fases del proceso (diagnóstico, propuesta de visión de la dirección, descripción de la integración de la cultura, implicación de las personas y revisión de los objetivos) la guía describe buenas prácticas llevadas a feliz término por compañías (Telefónica, entre ellas).

Los asociados de Fraternidad-Muprespa tienen a su disposición otras interesantes guías de buenas prácticas: prevención de trastornos musculo-esqueléticos, manipulación manual de cargas, home office, programación neurolingüística para la intervención del estrés laboral, investigación de accidentes laborales, campos electromagnéticos, inteligencia emocional aplicada a la prevención de riesgos laborales, y riesgos psicosociales.

Todas las guías responden a una estructura similar: una breve introducción contextual, apartado de presentación y objetivos, parte central con los distintos capítulos y contenido práctico. Asimismo, cada capítulo incluye introducción, resumen, conclusiones, preguntas de reflexión final y soluciones, además de bibliografía.

Principios de cultura preventiva en protección laboral

En Mape, fruto de nuestra propia experiencia, destacamos, entre otros, dos principios fundamentales

  • Participación y trabajo en equipo:

La participación de los trabajadores es fundamental en la buena marcha de una organización. Las personas demandan participar en todas aquellas decisiones que les afectan. Sus opiniones deberían ser consideradas y, de ser posible, aplicadas. Desarrollar vías ágiles de comunicación y participación, delegando competencias, facilita la implicación y cooperación de las personas, siendo el trabajo en equipo una de las mejores maneras de lograrlo. El trabajo en equipo entre personas competentes favorece el aprendizaje continuo de todos sus miembros, el hallazgo continuado de las mejores maneras de hacer las cosas y organizarse, la interiorización del proceso y de los conocimientos (capital estructural) y el autocontrol de la calidad del trabajo realizado. Es vital la potenciación del trabajo en equipo.

  •  Formación continua:

Fundamental para que las personas mejoren aptitudes y actitudes en el trabajo y sean viables los procesos de cambio en la organización. El desarrollo profesional de las personas requiere de formación permanente, y el lugar de trabajo debería ser el entorno ideal, siempre que la empresa ponga los medios adecuados. La formación incluye a todos los niveles de la empresa, lo que implica impartir habilidades directivas entre el personal con mando.

Mape cree en las buenas prácticas relacionadas con la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo, que nos abren la puerta a la excelencia en prevención de riesgos laborales, a la innovación y, por supuesto, a la mejora continua. Para mejorar la cultura preventiva de tu empresa, asesórate con Mape.

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