LAS MASCARILLAS AUTOFILTRANTES SIGUEN SIENDO NECESARIAS

La reducción de la incidencia acumulada del Covid, la inminencia del verano y el deseo general de la población han determinado la suspensión de la obligatoriedad del uso de mascarillas autofiltrantes en exteriores. El sábado 26 de junio el uso de mascarillas dejó de ser obligatorio en espacios al aire libre en España siempre que se cumpla con la distancia de seguridad, según anunció la Ministra de Sanidad, Carolina Darias, y se recoge en el BOE número 151.

Principio de precaución

Pese a la flexibilización anunciada por el gobierno, el uso de las mascarillas autofiltrantes continúa siendo obligatorio en espacios cerrados y otras situaciones.

Con independencia de la coyuntura legislativa, El departamento de asesoría de Mape aconseja el principio de precaución, siendo, por tanto, altamente recomendable usar las mascarillas cuando no es posible mantener la distancia de seguridad, ya sea en el trabajo o en la calle. La mascarilla debe usarse de forma complementaria a otras medidas preventivas, como permanecer en casa cuando se está enfermo, trabajar a distancia si es posible, no relajar la higiene de manos y evitar tocarse la cara, nariz, ojos y boca. 

Como Epis de trabajo, las mascarillas autofiltrantes crean una barrera entre un riesgo potencial y el usuario, filtrando el aire inhalado y evitando la entrada de partículas contaminantes en el organismo. Según su eficacia de filtración, se contemplan los tipos FFP1, FFP2, y FFP3, siendo estas últimas las de mayor nivel de filtración; es decir, las que tienen un menor porcentaje de fuga hacia el interior. Para la protección contra Covid-19 se recomienda el uso de mascarillas autofiltrantes FFP2 y seguir protocolos específicos de prevención de riesgos laborales (PRL).

Con el empleo diario de estos equipos de protección individual, todos hemos caído en una cierta relajación de las normas de uso. No está de más recordar algunas pautas básicas: las mascarillas no deben llevarse al cuello, tampoco se recomienda guardarlas en el bolsillo o en cualquier otro lugar para volver a usarlas más tarde. El uso de mascarilla debe ir siempre asociado al seguimiento estricto de las siguientes medidas generales de higiene: 

• Lavado de manos previo al uso de la mascarilla.
• La mascarilla debe cubrir la boca, nariz y barbilla
• Hay que evitar tocar la mascarilla mientras se lleva puesta.
• No usar la mascarilla por periodos superiores a las cuatro horas, debiendo desecharse siempre que esté húmeda.
• Retirar la mascarilla por la parte de atrás evitando el contacto con la parte frontal.
• Desechar las mascarillas en contenedores cerrados (un cubo puede servir). Las reutilizables se higienizarán según las instrucciones del fabricante.
• Tras las manipulaciones, la higiene de manos es un requisito de salud.

Reajuste de la oferta de EPIs

La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual considera que el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores desde el 26 de junio reducirá la demanda de estos productos, lo que supondrá la desaparición de muchas empresas “oportunistas” que entraron durante la pandemia en este sector, que facturó 900 millones de euros anuales en España en 2019.

El presidente de ASEPAL, Javier Muñoz, recuerda que, a principios del año pasado, el incremento de demanda en los Equipos de Protección Individual (EPI) fue “exponencial” y solamente en China aparecieron más de 30.000 fábricas nuevas, la mayoría con orígenes “muy alejados de la seguridad y la protección”. En España también aparecieron muchas fábricas “sin ninguna trayectoria, conocimiento o experiencia en el ámbito de la seguridad y la protección laboral”.

ASEPAL, que representa al 90% de las empresas de fabricación y distribución de EPI en España, consideran que el pico de demanda que hubo a principios del año pasado “no es sostenible” y que, con el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores, “el nivel de pedidos va a bajar”. Además, en la actualidad existe un exceso de oferta.

“Muchas empresas –cita ASEPAL- entraron en el sector de las mascarillas de manera oportunista, con cierto nivel de intrusismo y ausencia de un mínimo nivel técnico. En varios casos lo hicieron con buena intención, aportando un granito de arena durante el momento de desabastecimiento. Pero muchas de estas nuevas empresas pensaban que entraban en un negocio que era una gallina de los huevos de oro, y que el nivel de precios y el nivel de demanda se mantendría en el tiempo. Ahora la gran mayoría saldrá de manera rápida del sector”, informa ASEPAL.

La Asociación argumenta que la demanda “irá aproximándose, poco a poco, a la que existía en 2019, aunque no llegará a alcanzar ese nivel. El principal demandante de mascarillas quirúrgicas volverá a ser el sector sanitario, mientras que el industrial será el principal sector comprador de mascarillas autofiltrantes (FFP2 y FFP3). Sin embargo, seguirá existiendo un consumo particular de mascarillas durante los próximos años”.

Esperando la inmunidad de grupo

Los epidemiólogos consideran que, al menos, hasta alcanzar la inmunidad de grupo, las mascarillas seguirán siendo obligatorias para frenar la transmisión vírica.

Con la llegada del calor, aumenta el sudor, el exceso de humedad y por tanto, crecen y se agravan las afecciones oculares y lesiones en la piel. Mariela Salazar, especialista en Medicina del Trabajo, de Unión de Mutuas, ha señalado la importancia del uso correcto de las mascarillas así como de seguir una serie de pautas higiénicas, ya que estamos en la estación del año en que las patologías de la piel, como acné o dermatitis, brotan o empeoran, pudiendo aparecer incluso infecciones localizadas en la cara, nariz, mejillas y orejas, donde la mascarilla está en contacto con la piel. Asimismo, el aire expirado, húmedo y caliente, llega a los ojos, lo que produce sequedad ocular, picores, ardor, sensación de arenilla en el ojo e, incluso, aparición de orzuelos.

A la espera de la ansiada inmunidad grupal, Mape, especialista en seguridad laboral, recomienda no bajar la guardia en materia de PRL especialmente por las evidencias de la consolidación progresiva de la variante Delta del virus Covid que, según estudios preliminares, sería la cepa más infecciosa aparecida hasta la fecha. La variante Delta se caracteriza por su virulencia, ya que sería “hasta un 64% más transmisible que la cepa alfa en sitios cerrados”, según Public Health England. Esos datos, combinados con los de las admisiones hospitalarias, son la razón de que Reino Unido haya retrasado un mes más sus planes para levantar la mayoría de las restricciones restantes por el Covid.

Mape, auténtico especialista en equipos de protección individual y seguridad laboral, pone a tu disposición su dilatada experiencia en EPIs y seguridad industrial a través de su servicio de Consultoría de Seguridad y Salud en el Trabajo. No te quedes con dudas, consúltanos.